Cooktop Cove: 10+ objetos de casa que nunca habías pensado que deberías limpiar
By Angela Brown
Del 1 al 10, ¿qué nota le darías a tu obsesión por la limpieza? Si te pasas los sábados frotando las paredes, quitando el polvo, pasando el aspirador y desinfectando el baño, seguramente creerás que tu rutina de limpieza es infalible. Pero ¿es posible que se te hayan pasado algunos rincones o detalles?
Sigue leyendo para averiguar cuáles son esos puntos que seguramente se te pasen durante tu rutina de limpieza para que los añadas a tu lista de quehaceres.
1. Las rejillas de ventilación
Limpia las rejillas de ventilación al menos dos veces al año para quitar el polvo y la suciedad acumulados. No solo tendrá un mejor aspecto, sino que es beneficioso para las personas con alergias.
2. Los interruptores de la luz
¿Cuántas veces han tocado diferentes manos el interruptor de la luz? Los gérmenes se esparcen cada que tocamos algo. Presta especial atención a los interruptores en la cocina y en el baño cuando estés limpiando.
3. Las manillas de las puertasUn estudio de 2005 descubrió que solo el 82 % de las personas que utilizan los baños públicos se lava las manos después de usarlos, por lo que las manillas de las puertas son seguramente uno de los puntos más contaminados de gérmenes que puedes tocar, según afirma
Forbes¿Y en tu casa se limpian todos
siempre las manos? ¿Puedes poner la mano en el fuego por todos los miembros de tu casa? Apunta en la lista de tareas: desinfectar dos veces al mes las manillas de las puertas.
4. Los pasamanos de las escaleras
Los pasamanos de las escaleras requieren especial atención ya que es un punto que está en constante contacto con las manos. Además, si tu familia tiene la costumbre de apoyar las chaquetas y las mochilas sobre los pasamanos (o tienes algún niño aventurero al que se le ocurra usarlo como tobogán), la acumulación de gérmenes en la superficie es aún mayor. Pasa un trapo con desinfectante por los pasamanos una vez al mes, y más a menudo en las zonas con más contacto.
5. Las alfombrillas del baño
Es fácil que se te olvide echar a lavar las alfombrillas del baño. Sin embargo, es un objeto con un alto contacto con gérmenes, debido a que está en contacto con los pies sucios y con las salpicaduras de agua. Mételos en la lavadora al menos una vez a la semana para eliminar las bacterias.
6. La planchaEl problema en este caso no es que tu plancha este repleta de gérmenes, sino que se acumulan restos de minerales en la parte metálica. Si limpias a menudo la plancha, te durará mucho más tiempo. Échale un vistazo a este tutorial de
Real Simple para que tu plancha te quede como nueva.
7. Las cestas
¿Cuándo fue la última vez que limpiaste el polvo de la cesta donde guardas las mantas o los juguetes de los niños? Los gérmenes y el polvo se acumulan aquí fácilmente porque se están usando constantemente. Pasa un paño por todos los cestos y cajas de almacenaje al menos una vez al mes.
8. La aspiradora
¿Hay que limpiar un dispositivo de limpieza? La respuesta es... ¡sí! Tu aspiradora se llena de polvo y gérmenes cuando limpias y, además, vas arrastrando la suciedad y las bacterias de un lado a otro. Pásale un paño al asa de la aspiradora al menos una vez al mes, cambia los filtros una vez cada tres meses y pásale un agua un par de veces al año.
9. El mando de la televisión
¡Alerta! Está lleno de gérmenes. El mando de la tele está muy expuesto a los gérmenes ya sea porque lo tocas con las manos sucias (aquel día que te quedaste en casa porque te encontrabas mal), lo tocan las mascotas o porque se cae veinte mil veces al suelo o queda enterrado debajo del sillón. Desinfecta el mando de la televisión al menos una vez al mes y siempre que alguien que esté enfermo lo haya tocado para que no se queden los gérmenes.
10. El vaso de los cepillos de dientes
Seguro que cambias de cepillo de dientes cada cuatro meses como recomiendan los dentistas, pero ¿cuándo fue la última vez que lavaste el vaso donde los guardas? No solo se queda pegajoso por los restos de pasta de dientes, sino que también se convierte en un foco de gérmenes. Mételo en el lavavajillas una vez por semana para que quede desinfectado y limpio.
11. Las almohadas
Lava las almohadas al menos una vez cada seis meses. Los restos de sudor, baba y células de la piel son una mezcla un pelín repulsiva para dejarla ahí durante años. La mayoría de las almohadas se pueden lavar en la lavadora con un ciclo delicado. Evita que se formen bultos difíciles de quitar secándolas al aire. Lava en la lavadora las fundas de las almohadas al menos una vez al mes.
12. Las bolsas de la compra reutilizables
Estás intentando reducir tu huella ecológica, y es muy loable. Pero las bolsas de la compra reusables se ensucian mucho. Tanto por los restos de comida como por los gérmenes procedentes de tus manos, el coche o el carrito de la compra, las bolsas reutilizables necesitan mucho cuidado y cariño. Puedes lavar las bolsas de tela tranquilamente en la lavadora y las de plástico a mano con agua y jabón.
13. El dispensador de hielo
Los dispensadores de hielo suelen ser los grandes olvidados de la nevera en lo que se refiere a limpieza asidua. Con el tiempo, se convierte en un foco de bacterias. Si notas que los hielos tienen un olor o un sabor raro, significa que tienes que limpiar bien el dispensador. Asegúrate de desinfectar el dispensador de hielo al menos dos veces al año para mantenerlo en buena forma.
14. Los cepillos del pelo
Limpiar bien el cepillo del pelo no significa simplemente quitar los restos de pelo, ya que se acumulan restos de polvo y bacterias entre las cerdas. Teniendo en cuenta la frecuencia con la que usas los cepillos del pelo, es recomendable lavar los cepillos del pelo con champú y dejarlos secar por la noche al menos una vez al mes.
15. La regadera de la ducha
La regadera de la ducha es uno de los puntos donde más se acumulan los gérmenes y la suciedad. Piensa que toda esas bacterias y mugre van a parar directamente sobre ti cuando te duchas. Así que, asegúrate de limpiar la regadera de la ducha semanalmente. Será suficiente con que la incluyas en tu rutina de limpieza del baño. No obstante, si prefieres no tener que frotar, puedes dejarla a remojo en una bolsa de plástico con una mezcla de agua y vinagre de vino blanco a partes iguales durante 15 minutos. Con esta técnica, conseguirás ablandar la suciedad y la cal acumuladas, de modo que será más fácil limpiarla.
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